Vestidores a medida: todos los secretos

Es el sueño de cualquier fashion victim: contar con un espacio 100% consagrado a mantener ordenada y perfectamente doblada tu colección de ropa, calzado y accesorios. Los vestidores a medida cada vez son más populares, y muchos singles y parejas deciden dedicar una habitación o un espacio especial de su casa a su construcción. Si tú también cuentas con una pequeña habitación a la que no das un uso concreto o tienes suficiente sitio en el dormitorio principal, tal vez quieras crear un vestidor para organizar de forma cómoda toda tu ropa.

Si es un vestidor compartido, lo primero es determinar qué parte ocupará cada miembro de la pareja. Un pequeño santuario que a veces es difícil de respetar. Las posibilidades disponibles hoy en día en el diseño de vestidores a medida son tan amplias que el reto suele ser encontrar la distribución perfecta para cada uno. El vestidor ideal explota cada rincón para adaptarse completamente a las preferencias y estilo de vida de cada persona.

Ventajas de los vestidores

Respecto de un armario cerrado estándar, los vestidores a medida abiertos presentan algunas ventajas importantes:

  • Al carecer de puertas son más económicos.
  • Resultan más prácticos porque tienes todo a la vista.
  • Ocupan menos porque no es necesario dejar espacio delante para poder abrir las puertas.
  • Es más fácil mantener toda la ropa controlada y ordenada.
  • Tenderás a acumular menos prendas que no utilices.

Configuraciones típicas

Un vestidor puede ocupar un cuarto pequeño pero también estar integrado en otro espacio, como un dormitorio. Incluso puedes utilizar sus propios módulos para crear una zona separada. Según el espacio disponible y tus necesidades hay varias configuraciones típicas:

  • Si solo dispones de una pared libre, incluso en un pasillo, puedes instalar un vestidor en línea.
  • Si tienes una habitación con ventana y puerta enfrentadas puedes instalar un vestidor a medida de dos líneas paralelas, una delante de la otra. En el lado de la ventana puedes aprovechar para añadir módulos bajos, y también crear un altillo encima de la puerta. Si dispones de espacio suficiente, puedes completar el vestidor con una isla central con cajoneras inferiores.
  • Para aprovechar las esquinas y rinconces puedes optar por un vestidor en formade L o U.
  • Otra opción es montar un vestidor para sacar partido a espacios difíciles, como los bajos de una escalera o una zona baja abuhardillada.  

Las diferentes zonas de un vestidor

La zona activa es aquella que se encuentra más a mano, frente a ti cuando estás de pie frente al vestidor. Esta franja central es el lugar reservado para las prendas de uso habitual.

La parte inferior es ideal para colocar zapateros extraíbles con lo que es fácil acceder a todos los pares, incluso los que quedan en la filas traseras. También puedes aprovechar esta zona para guardar la ropa fuera de temporada en cajones o cajas. No te recomendamos que coloques baldas a esta altura, puesto que será más difícil acceder a ellas.

La parte alta es perfecta para crear un altillo maletero y para guardar ropa de casa y prendas de poco uso.

Viste el interior con accesorios y complementos

Ahora simplemente tienes que escoger la estructura interna del vestidor. La parte básica son los cajones, baldas y barras de colgar, pero también hay accesorios más especializados que son los que marcan la diferencia a la hora de lograr un vestidor completamente personalizado a la vez que optimizan el espacio y facilitan el gran medida el mantenimiento del orden.

  • Perchas, extraíbles o no.
  • Zapateros extensibles con o sin hormas.
  • Pantaloneros.
  • Portacorbatas.
  • Cestas extraíbles.

Además, tienes un montón de soluciones más para ordenar tu ropa y accesorios en los huecos y cajones más amplios, como cajas, fundas o separadores. Sobre todo evita las pilas altas de ropa con una separación entre baldas de unos 30 cm.

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